sábado, 24 de marzo de 2012


            Mucho más que un crimen

 

Ahogan en su casa a un chico de 6 años. El cuerpo fue hallado por una empleada doméstica en el jacuzzi;  “ahogado y con signos de asfixia mecánica” la madre del menor intentó suicidarse y es la principal sospechosa. Detrás se esconde el despecho, la traición, el crimen por venganza, la inquisición de un niño ahogado en el desahogo de una traición marital. La inacción del Estado.
                                                                                             Andrea San Esteban
Martín Vázquez tenia 6 años y era el más pequeño de tres hermanos. Su papá tenia adoración por él, lo llamaba bombón, por su tamaño menudo. Fue hallado ahogado en el baño de una vivienda del mencionado country, a la altura del kilómetro 18 de la ruta provincial 58, cerca del mediodía. Según las primeras informaciones, fue una empleada doméstica la que descubrió el espantoso escenario y dio aviso a los vigiladores privados, quienes, a su vez, llamaron al número de emergencias 911.Los uniformados de la comisaría local llegaron al lugar. Pocos minutos lo después lo hizo una ambulancia del hospital Ramón Carrillo, de San Vicente, situado a pocas cuadras del country. El médico de guardia, Augusto Rodaniche, fue el encargado de atender a la mujer y comprobó que estaba bajo los efectos de una fuerte dosis de sedantes.
Si las tiras vacías de psicofármacos desparramadas por el piso eran alguna indicación, había tomado muchas pastillas, las suficientes como para pensar en un intento de suicidio, dijeron las fuentes policiales consultadas.
En el jacuzzi del baño yacía, ahogado, un niño de seis años. A su lado estaba el cuerpo de su madre viva, pero inconsciente. Los blisters vacíos de sedantes desper­digados por el lugar y los cortes que presentaba en sus muñecas indicaban que habría intentado suicidarse.
Una mañana de horror y despecho
En la casa del barrio privado “Lagos de San Eliseo”, en el partido bonae­rense de San Vicente todavía, los peritos analizan mensajes que alguien, probablemente la madre, escribió en una pared y en el espejo del baño: "Traidor hijo de puta, te lo merecés", dice uno, y en el otro pide perdón, aparentemente a la hermana mayor del chico muerto. La mujer permanece internada y bajo custodia policial. La mujer fue identificada por la policía como Adriana Cruz, de nacionalidad brasileña, y sería la esposa del contador Carlos Vázquez, a quien las mismas fuentes indicaron como gerente comercial de la empresa Covelia, que se encarga de la recolección de residuos en buena parte del Gran Buenos Aires.
El periodista que realizó una nota con ella relata; "Fue muy impactante porque vos esperas encontrarte con una mujer quebrada, arrepentida, pero me encontré con una persona resentida que esta mas bien enceguecida por el odio a su ex marido que por el crimen que cometió", agregó.
Carlos Vázquez habría realizado una denuncia, para proteger a sus hijos, por las permanentes amenzas que recibían de la madre. La mujer se había enterado por una pintada que había sido engañada por su esposo. Decidió vengarse de la peor manera. ¿Cuál es el límite?
Según dejaron trascender fuentes de la investigación, la hipótesis más fuerte que se maneja es que Adriana Cruz (42) habría matado al nene, Martín, para vengarse de su marido, el contador y gerente de una empresa recolectora de residuos Carlos Vázquez, con quien estaba en pleno proceso de separación y con quien tiene otra hija, de 15 años. Una de las pistas que así lo indican son las inscripciones que aparecieron pintadas con aerosol en las paredes de la casa: “Traidor hijo de puta, te lo mereces”, decían. 

También había un mensaje que se cree era para la hija, escrito con lápiz labial en el espejo del baño, en el que se le pedía “perdón”, y también que seas “feliz e independiente”. 
Vázquez “hacía seis meses que se había ido de la casa”, pero mantenía con sus hijos un estrecho contacto. Relata la empleada domestica, “venía los fines de semana, o se los llevaba”, aseguró la joven, que negó haber visto en la familia y entre el matrimonio episodios de violencia, pero resaltó que Cruz “estuvo internada” en otra ocasión, antes del fatídico hecho. 

Si bien no fue confirmada por la Justicia, según fuentes de la investigación Vázquez ya habría denunciado a su esposa por presuntas amenazas hacia su hijo. 

El hecho es investigado por el fiscal Leandro Heredia del Departamento Judicial La Plata. En las pesquisas también intervino personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Plata.
A martillazos
Adriana Cruz (42) vio una foto en el celular de su ex marido y enfureció. Carlos Vázquez, contador y “cerebro” de la empresa Covelia, y su nueva pareja, una mujer de 34 años. Envuelta en cólera, rompió con un martillo el aparato y quemó la tarjeta de memoria. Así comienza el estremecedor relato de F., la hija mayor de la pareja, testigo clave de los momentos previos al fatal desenlace que terminó con el asesinato de su hermano Martín de 6 años, en manos de su madre, en el jacuzzi del baño de la casa del country San Eliseo.

Según relató la joven a los investigadores del caso, la noche anterior al crimen ella y su hermano estaban viendo televisión en el cuarto de su mamá, en la planta alta. Cruz apareció de golpe y la mandó a dormir a F. a su cuarto. La adolescente escuchó llenar el jacuzzi. “Pensé que era un capricho de Martín”, dijo. La pared de su habitación da justo a ese baño. Al otro día, cuando se levantó para ir al colegio, golpeó la puerta y su madre no respondió. Por eso, llamó a su padre y a una vecina. La empleada doméstica fue quien dio aviso al personal de vigilancia del country, quien llegó y encontró al chico en la bañera (ver aparte).

“F. te amaré forever. Disfrutá tu vida”, le dejó escrito Cruz a su hija en el espejo del baño. El matrimonio tenía tres hijos: Martín (6) y dos mujeres, F., de 15 y C., de 14. Según relató la misma adolescente en su declaración, eran comunes las crisis de nervios de su madre y la destrucción de objetos. Cruz había intentado matarlos a fines de febrero. La chica contó que les dio pastillas para dormir, pero ellos no llegaron a tomarlas. Hasta había colgado una soga en una viga del techo. Según explicó la menor, esa noche durmieron con ella Martín y C. A las 6 de la mañana Cruz se despertó, le dijo a C. que iba a matarlos y forcejearon. Fue luego de ese hecho que Vázquez hizo la denuncia por violencia familiar en la Comisaría de la Mujer, ubicada en Presidente Perón.

Los tres chicos se quedaron con su padre durante diez días y después volvieron a la casa materna. La única que se quedó viviendo con Vázquez fue C. “Hay que determinar cómo los chicos vuelven a la situación de riesgo. Y en ese caso, quién ordenó que los menores vuelvan a la casa”, dijo el juez de la causa Juan Pablo Masi. Por eso, ordenó al fiscal que también investigue a Vázquez, para ver “si hay otro tipo de responsabilidades penales de terceras personas”.
Desde la antigüedad hasta nuestros días.
Algunas mujeres, ante el abandono del marido, reaccionan como lo hizo Medea, personaje de una tragedia griega que asesinó a los hijos para castigar a Jasón, su pareja. Asegura la médica psicoanalista Sara Zusman de Arbiser, miembro de APA.
Sucede que en la tragedia, la acción comienza cuando Medea se entera que va a ser abandonada por Jasón, que quiere unirse a la joven Glauce, hija del rey Creonte, lo que puede proporcionarle más poder y prestigio.
Medea, en su venganza, decide que no quiere matar a Jasón, sino que prefiere infligirle el mayor dolor posible, matar a sus hijos.
“No se trata de una reacción impulsiva, propia de un carácter violento, sino de una decisión bien meditada, de efectos perfectamente calculados, lo que permite que la asesina, lejos de sentirse culpable, justifique sus actos responsabilizando a Jasón de todo lo sucedido”, detalla la especialista.
Su colega, la psicoanalista Any Krieger, destaca que en estos casos “el enigma se plantea cuando nos preguntamos ¿qué es lo que mata una Madre cuando asesina su producto?”.
Y agrega: “Es posible que sólo así, locamente, crea que es nuevamente el objeto de deseo del hombre, que en este caso, al igual que en el de Medea, tras la muerte de su hijo, sea la única mujer para él”.
Para Zusman de Arbiser, se pueden observar distintas formas más sutiles de destruir a los hijos, sin que se llegue a los extremos del asesinato. “Por ejemplo, cuando uno o ambos cónyuges pretenden hacer alianzas con los niños, descalificando al otro progenitor” o al “desquitarse con el hijo por los agravios recibidos de la pareja”.
Y agrega: “En la patología de muchos niños y adolescentes de familias con estructuras psicóticas o perversas, podemos reconocer los efectos producidos en el órgano de la mente por la invasión o sumatoria de traumas o traumas acumulativos que generaron fisuras en el aparato psíquico”.
La persona como posesión
Ante relaciones terminadas, existen mujeres que no aceptan tales hechos, como la reconstrucción de la vida de su ex.
Dejan pasar un poco el tiempo para ver si esa nueva historia se termina y si observan, desde la clandestinidad, que el ex prospera enloquecen de ira. Comienzan por averiguar todo sobre la vida de su supuesta “rival”, o la pareja actual, lo que no saben lo inventan y en los casos mas patológicos, llegan a involucrarse con amigos, o ex compañeros de trabajo para sacar información de ella o de él. Perdida la dignidad y cualquier posibilidad de reanudad la relación, mandan mails, mensajes de texto amenazadores o calumniantes, verdaderas enfermas de la no aceptación de la realidad. Llegan hasta la condena social, difaman, inventan, por no poder aceptar que ya no son el objeto de deseo de ese hombre. Transformándose o mostrándose tal cual eran, ante un tiempo de desamor, que merece silencio de su parte.
Los celos 
Cuando empieza una relación y se observa en uno de los dos, unos celos fuera de lo común, no hay que engañarse de ninguna manera creyendo que esa persona lo cela o la cela porque la ama con locura. Una manifestación de celos nunca se debe aceptar como algo normal o tolerable. Tarde o temprano esos celos desmedidos e infundados destruirán la relación, o lo que es peor, ocasionarán serios problemas de violencia doméstica y convertirán el romanticismo en una historia de terror.
Un hombre celoso o una mujer celosa empezarán por desconfiar de su pareja y poco a poco la relación se convertirá en un campo de batalla donde la comunicación y el diálogo estarán ausentes. Los celos pueden llegar al extremo de que él o ella le prohibirán a su pareja salir sola, hablar con sus amigos y amigas, arreglarse, vestirse bien y hasta trabajar pensando que le puede ser infiel en el trabajo. Una persona con celos enfermizos, acecha a su víctima constantemente y se hace la vida imposible a él y a su pareja.
¿Donde se origina la violencia doméstica?
La violencia física y psicológica generalmente se origina de los celos enfermizos y en algunos extremos uno de los dos puede acabar con la vida del otro. En un veinticinco por ciento de las agresiones violentas a nivel mundial, el motivo ha sido los celos enfermizos o infundados. Es el motivo más frecuente de los homicidios conyugales.Los psiquiatras y consejeros matrimoniales afirman que los celos enfermizos son el preámbulo de la psicosis. Fácilmente se pueden convertir en delirio y distorsionar la realidad. Los celos son inseguridad y no amor del uno por el otro. Los celos pueden ser explicados como una emoción intensa que es experimentada cuando hay un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a su pareja.
Diferentes tipos de celos


Celos manifiestos:

Cuando la persona desconfía de su pareja y la interroga sobre sus compañeros o compañeras del trabajo o de la universidad. La persona celosa no permite que su pareja le cuente sobre algún amigo o amiga y mucho menos ver a su cónyuge o novio(a) hablando con alguien sin estar él o ella presente. Esta persona desconfía aún mas de su pareja cuando no logra hacerla confesar con quien habló o con quien se vió día a día. La persona que sufre este tipo de celos, desea un reporte diario sobre su pareja y para eso la asedia constantemente.
Celos ocultos:
La persona que sufre por celos ocultos generalmente no reclama sobre hombres o mujeres amigos de su pareja pero tiene actitudes groseras y critica constantemente a su pareja. Si su pareja es profesional lo regaña constantemente demostrando así tener poder sobre él o ella y para que él ó ella no se sienta superior bajo ninguna circunstancia.
Celos exagerados:
Este tipo de celos toman lugar cuando no hay o ha habido ninguna infidelidad, sin embargo aún sin motivo aparente, la persona celosa discute e inventa fantasías y crea escenas de celos sin motivo aparente.
Celos patológicos:
Estos celos son extremos. La pareja persigue a su novio, amante o cónyuge y la vigila y acecha constantemente. Algunas veces paga un detective privado para que siga a su pareja sin que ésta se dé cuenta.
¿Los celos, son amor ó inseguridad?
Los celos son inseguridad y generalmente los sufren personas que se sienten inferiores y amenazados de perder su pareja. Los celos son autodestructivos, causan malestar, angustia, tristeza, estrés, nerviosismo, dolores de cabeza y hasta pueden ocasionar problemas mas graves, como intentos de suicidio.
Matar a los hijos.
 A los largo de los tiempos en la realidad y en la ficción existen las mujeres que matan a sus hijos al ver una relación deteriorada, inventan embarazos para retener al hombre, triste historia que al poco tiempo se derrumba cuando aparece la versión de la pérdida del mismo. Aborto espontáneo inexistente, allí también matan a los hijos solo q eran irreales. En el caso de Martín Vásquez, fue real y su vida se truncó por su madre despechada, que no aceptó la condena social del divorcio y menos que el ex marido rehiciera su vida. Hoy los psiquiatras se preguntan ¿que tan bajo se puede llegar luego de la pérdida de la moral humana, como para matar a sus hijos? Para asombro de la querella, la acusada de asesinar a su hijo en la localidad de San Vicente, lanzó una inesperada frase al canal Telefé. Adriana Cruz afirmó: "Lo maté para cagar al padre".  Las reacciones, tristemente aun siguen sorprendiendo.








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