domingo, 1 de abril de 2012



Las restricciones a la exportación de carnes y el invento de las "baratas" inventadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, son el mejor ejemplo del perjuicio provocado por la arbitrariedad de un funcionario. Doce millones de cabezas menos en dos años, 15.000 puestos de trabajo de la industria frigorífica perdidos y cien plantas cerradas demuestran las consecuencias de la política que instrumentó el Gobierno para el negocio del ganado y de la carne.
Datos técnicos:
Mayor presión fiscal tras la emergencia por la sequía, se estudian aumentos de hasta un 500%; en Entre Ríos, donde los incrementos llegarían hasta el 600%, generan consecuencias negativas. Según la escala tributarista de la HCDN
Mesa Nacional de Productores de leche


Según los datos divulgados por la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL) los tamberos reciben hoy el mismo precio que hace un año, aunque los valores que pagan los consumidores se incrementaron entre un 20 y un 30 por ciento. En 2011 se alcanzó un volumen récord de producción, pero las restricciones a las exportaciones y los controles de precios a la industria provocaron un cuello de botella que está a punto de desencadenar en otra de las recurrentes crisis de la lechería. Se sabe que, cuando esto ocurre, se cierran tambos.

lunes, 26 de marzo de 2012



INVICTUS

La leía  Mandela en su celda

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino
Soy el capitán de mi alma.
HENLEY

sábado, 24 de marzo de 2012


            Mucho más que un crimen

 

Ahogan en su casa a un chico de 6 años. El cuerpo fue hallado por una empleada doméstica en el jacuzzi;  “ahogado y con signos de asfixia mecánica” la madre del menor intentó suicidarse y es la principal sospechosa. Detrás se esconde el despecho, la traición, el crimen por venganza, la inquisición de un niño ahogado en el desahogo de una traición marital. La inacción del Estado.
                                                                                             Andrea San Esteban
Martín Vázquez tenia 6 años y era el más pequeño de tres hermanos. Su papá tenia adoración por él, lo llamaba bombón, por su tamaño menudo. Fue hallado ahogado en el baño de una vivienda del mencionado country, a la altura del kilómetro 18 de la ruta provincial 58, cerca del mediodía. Según las primeras informaciones, fue una empleada doméstica la que descubrió el espantoso escenario y dio aviso a los vigiladores privados, quienes, a su vez, llamaron al número de emergencias 911.Los uniformados de la comisaría local llegaron al lugar. Pocos minutos lo después lo hizo una ambulancia del hospital Ramón Carrillo, de San Vicente, situado a pocas cuadras del country. El médico de guardia, Augusto Rodaniche, fue el encargado de atender a la mujer y comprobó que estaba bajo los efectos de una fuerte dosis de sedantes.
Si las tiras vacías de psicofármacos desparramadas por el piso eran alguna indicación, había tomado muchas pastillas, las suficientes como para pensar en un intento de suicidio, dijeron las fuentes policiales consultadas.
En el jacuzzi del baño yacía, ahogado, un niño de seis años. A su lado estaba el cuerpo de su madre viva, pero inconsciente. Los blisters vacíos de sedantes desper­digados por el lugar y los cortes que presentaba en sus muñecas indicaban que habría intentado suicidarse.
Una mañana de horror y despecho
En la casa del barrio privado “Lagos de San Eliseo”, en el partido bonae­rense de San Vicente todavía, los peritos analizan mensajes que alguien, probablemente la madre, escribió en una pared y en el espejo del baño: "Traidor hijo de puta, te lo merecés", dice uno, y en el otro pide perdón, aparentemente a la hermana mayor del chico muerto. La mujer permanece internada y bajo custodia policial. La mujer fue identificada por la policía como Adriana Cruz, de nacionalidad brasileña, y sería la esposa del contador Carlos Vázquez, a quien las mismas fuentes indicaron como gerente comercial de la empresa Covelia, que se encarga de la recolección de residuos en buena parte del Gran Buenos Aires.
El periodista que realizó una nota con ella relata; "Fue muy impactante porque vos esperas encontrarte con una mujer quebrada, arrepentida, pero me encontré con una persona resentida que esta mas bien enceguecida por el odio a su ex marido que por el crimen que cometió", agregó.
Carlos Vázquez habría realizado una denuncia, para proteger a sus hijos, por las permanentes amenzas que recibían de la madre. La mujer se había enterado por una pintada que había sido engañada por su esposo. Decidió vengarse de la peor manera. ¿Cuál es el límite?
Según dejaron trascender fuentes de la investigación, la hipótesis más fuerte que se maneja es que Adriana Cruz (42) habría matado al nene, Martín, para vengarse de su marido, el contador y gerente de una empresa recolectora de residuos Carlos Vázquez, con quien estaba en pleno proceso de separación y con quien tiene otra hija, de 15 años. Una de las pistas que así lo indican son las inscripciones que aparecieron pintadas con aerosol en las paredes de la casa: “Traidor hijo de puta, te lo mereces”, decían. 

También había un mensaje que se cree era para la hija, escrito con lápiz labial en el espejo del baño, en el que se le pedía “perdón”, y también que seas “feliz e independiente”. 
Vázquez “hacía seis meses que se había ido de la casa”, pero mantenía con sus hijos un estrecho contacto. Relata la empleada domestica, “venía los fines de semana, o se los llevaba”, aseguró la joven, que negó haber visto en la familia y entre el matrimonio episodios de violencia, pero resaltó que Cruz “estuvo internada” en otra ocasión, antes del fatídico hecho. 

Si bien no fue confirmada por la Justicia, según fuentes de la investigación Vázquez ya habría denunciado a su esposa por presuntas amenazas hacia su hijo. 

El hecho es investigado por el fiscal Leandro Heredia del Departamento Judicial La Plata. En las pesquisas también intervino personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Plata.
A martillazos
Adriana Cruz (42) vio una foto en el celular de su ex marido y enfureció. Carlos Vázquez, contador y “cerebro” de la empresa Covelia, y su nueva pareja, una mujer de 34 años. Envuelta en cólera, rompió con un martillo el aparato y quemó la tarjeta de memoria. Así comienza el estremecedor relato de F., la hija mayor de la pareja, testigo clave de los momentos previos al fatal desenlace que terminó con el asesinato de su hermano Martín de 6 años, en manos de su madre, en el jacuzzi del baño de la casa del country San Eliseo.

Según relató la joven a los investigadores del caso, la noche anterior al crimen ella y su hermano estaban viendo televisión en el cuarto de su mamá, en la planta alta. Cruz apareció de golpe y la mandó a dormir a F. a su cuarto. La adolescente escuchó llenar el jacuzzi. “Pensé que era un capricho de Martín”, dijo. La pared de su habitación da justo a ese baño. Al otro día, cuando se levantó para ir al colegio, golpeó la puerta y su madre no respondió. Por eso, llamó a su padre y a una vecina. La empleada doméstica fue quien dio aviso al personal de vigilancia del country, quien llegó y encontró al chico en la bañera (ver aparte).

“F. te amaré forever. Disfrutá tu vida”, le dejó escrito Cruz a su hija en el espejo del baño. El matrimonio tenía tres hijos: Martín (6) y dos mujeres, F., de 15 y C., de 14. Según relató la misma adolescente en su declaración, eran comunes las crisis de nervios de su madre y la destrucción de objetos. Cruz había intentado matarlos a fines de febrero. La chica contó que les dio pastillas para dormir, pero ellos no llegaron a tomarlas. Hasta había colgado una soga en una viga del techo. Según explicó la menor, esa noche durmieron con ella Martín y C. A las 6 de la mañana Cruz se despertó, le dijo a C. que iba a matarlos y forcejearon. Fue luego de ese hecho que Vázquez hizo la denuncia por violencia familiar en la Comisaría de la Mujer, ubicada en Presidente Perón.

Los tres chicos se quedaron con su padre durante diez días y después volvieron a la casa materna. La única que se quedó viviendo con Vázquez fue C. “Hay que determinar cómo los chicos vuelven a la situación de riesgo. Y en ese caso, quién ordenó que los menores vuelvan a la casa”, dijo el juez de la causa Juan Pablo Masi. Por eso, ordenó al fiscal que también investigue a Vázquez, para ver “si hay otro tipo de responsabilidades penales de terceras personas”.
Desde la antigüedad hasta nuestros días.
Algunas mujeres, ante el abandono del marido, reaccionan como lo hizo Medea, personaje de una tragedia griega que asesinó a los hijos para castigar a Jasón, su pareja. Asegura la médica psicoanalista Sara Zusman de Arbiser, miembro de APA.
Sucede que en la tragedia, la acción comienza cuando Medea se entera que va a ser abandonada por Jasón, que quiere unirse a la joven Glauce, hija del rey Creonte, lo que puede proporcionarle más poder y prestigio.
Medea, en su venganza, decide que no quiere matar a Jasón, sino que prefiere infligirle el mayor dolor posible, matar a sus hijos.
“No se trata de una reacción impulsiva, propia de un carácter violento, sino de una decisión bien meditada, de efectos perfectamente calculados, lo que permite que la asesina, lejos de sentirse culpable, justifique sus actos responsabilizando a Jasón de todo lo sucedido”, detalla la especialista.
Su colega, la psicoanalista Any Krieger, destaca que en estos casos “el enigma se plantea cuando nos preguntamos ¿qué es lo que mata una Madre cuando asesina su producto?”.
Y agrega: “Es posible que sólo así, locamente, crea que es nuevamente el objeto de deseo del hombre, que en este caso, al igual que en el de Medea, tras la muerte de su hijo, sea la única mujer para él”.
Para Zusman de Arbiser, se pueden observar distintas formas más sutiles de destruir a los hijos, sin que se llegue a los extremos del asesinato. “Por ejemplo, cuando uno o ambos cónyuges pretenden hacer alianzas con los niños, descalificando al otro progenitor” o al “desquitarse con el hijo por los agravios recibidos de la pareja”.
Y agrega: “En la patología de muchos niños y adolescentes de familias con estructuras psicóticas o perversas, podemos reconocer los efectos producidos en el órgano de la mente por la invasión o sumatoria de traumas o traumas acumulativos que generaron fisuras en el aparato psíquico”.
La persona como posesión
Ante relaciones terminadas, existen mujeres que no aceptan tales hechos, como la reconstrucción de la vida de su ex.
Dejan pasar un poco el tiempo para ver si esa nueva historia se termina y si observan, desde la clandestinidad, que el ex prospera enloquecen de ira. Comienzan por averiguar todo sobre la vida de su supuesta “rival”, o la pareja actual, lo que no saben lo inventan y en los casos mas patológicos, llegan a involucrarse con amigos, o ex compañeros de trabajo para sacar información de ella o de él. Perdida la dignidad y cualquier posibilidad de reanudad la relación, mandan mails, mensajes de texto amenazadores o calumniantes, verdaderas enfermas de la no aceptación de la realidad. Llegan hasta la condena social, difaman, inventan, por no poder aceptar que ya no son el objeto de deseo de ese hombre. Transformándose o mostrándose tal cual eran, ante un tiempo de desamor, que merece silencio de su parte.
Los celos 
Cuando empieza una relación y se observa en uno de los dos, unos celos fuera de lo común, no hay que engañarse de ninguna manera creyendo que esa persona lo cela o la cela porque la ama con locura. Una manifestación de celos nunca se debe aceptar como algo normal o tolerable. Tarde o temprano esos celos desmedidos e infundados destruirán la relación, o lo que es peor, ocasionarán serios problemas de violencia doméstica y convertirán el romanticismo en una historia de terror.
Un hombre celoso o una mujer celosa empezarán por desconfiar de su pareja y poco a poco la relación se convertirá en un campo de batalla donde la comunicación y el diálogo estarán ausentes. Los celos pueden llegar al extremo de que él o ella le prohibirán a su pareja salir sola, hablar con sus amigos y amigas, arreglarse, vestirse bien y hasta trabajar pensando que le puede ser infiel en el trabajo. Una persona con celos enfermizos, acecha a su víctima constantemente y se hace la vida imposible a él y a su pareja.
¿Donde se origina la violencia doméstica?
La violencia física y psicológica generalmente se origina de los celos enfermizos y en algunos extremos uno de los dos puede acabar con la vida del otro. En un veinticinco por ciento de las agresiones violentas a nivel mundial, el motivo ha sido los celos enfermizos o infundados. Es el motivo más frecuente de los homicidios conyugales.Los psiquiatras y consejeros matrimoniales afirman que los celos enfermizos son el preámbulo de la psicosis. Fácilmente se pueden convertir en delirio y distorsionar la realidad. Los celos son inseguridad y no amor del uno por el otro. Los celos pueden ser explicados como una emoción intensa que es experimentada cuando hay un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a su pareja.
Diferentes tipos de celos


Celos manifiestos:

Cuando la persona desconfía de su pareja y la interroga sobre sus compañeros o compañeras del trabajo o de la universidad. La persona celosa no permite que su pareja le cuente sobre algún amigo o amiga y mucho menos ver a su cónyuge o novio(a) hablando con alguien sin estar él o ella presente. Esta persona desconfía aún mas de su pareja cuando no logra hacerla confesar con quien habló o con quien se vió día a día. La persona que sufre este tipo de celos, desea un reporte diario sobre su pareja y para eso la asedia constantemente.
Celos ocultos:
La persona que sufre por celos ocultos generalmente no reclama sobre hombres o mujeres amigos de su pareja pero tiene actitudes groseras y critica constantemente a su pareja. Si su pareja es profesional lo regaña constantemente demostrando así tener poder sobre él o ella y para que él ó ella no se sienta superior bajo ninguna circunstancia.
Celos exagerados:
Este tipo de celos toman lugar cuando no hay o ha habido ninguna infidelidad, sin embargo aún sin motivo aparente, la persona celosa discute e inventa fantasías y crea escenas de celos sin motivo aparente.
Celos patológicos:
Estos celos son extremos. La pareja persigue a su novio, amante o cónyuge y la vigila y acecha constantemente. Algunas veces paga un detective privado para que siga a su pareja sin que ésta se dé cuenta.
¿Los celos, son amor ó inseguridad?
Los celos son inseguridad y generalmente los sufren personas que se sienten inferiores y amenazados de perder su pareja. Los celos son autodestructivos, causan malestar, angustia, tristeza, estrés, nerviosismo, dolores de cabeza y hasta pueden ocasionar problemas mas graves, como intentos de suicidio.
Matar a los hijos.
 A los largo de los tiempos en la realidad y en la ficción existen las mujeres que matan a sus hijos al ver una relación deteriorada, inventan embarazos para retener al hombre, triste historia que al poco tiempo se derrumba cuando aparece la versión de la pérdida del mismo. Aborto espontáneo inexistente, allí también matan a los hijos solo q eran irreales. En el caso de Martín Vásquez, fue real y su vida se truncó por su madre despechada, que no aceptó la condena social del divorcio y menos que el ex marido rehiciera su vida. Hoy los psiquiatras se preguntan ¿que tan bajo se puede llegar luego de la pérdida de la moral humana, como para matar a sus hijos? Para asombro de la querella, la acusada de asesinar a su hijo en la localidad de San Vicente, lanzó una inesperada frase al canal Telefé. Adriana Cruz afirmó: "Lo maté para cagar al padre".  Las reacciones, tristemente aun siguen sorprendiendo.








miércoles, 14 de marzo de 2012


      ¿Los sentimientos se deben medicar?

¿Pueden los psicofármacos darnos felicidad, o simplemente mejoran un estado anímico para pasar un mal momento? Felicidad es un estado y angustia es un síntoma. La fiebre solo es el emergente de algún virus que se estaciona en nuestro cuerpo. Sentimiento vs. fármacos parece ser hoy una discusión de diván y congresos.
                                                                                      Por Andrea San Esteban

La tristeza, la ansiedad, el duelo, la soledad, los vaivenes anímicos pueden ser atenuados con algunos medicamentos, pero eso no cura ningún mal de fondo, que seguramente se deberá revisar y sanar.  Simplemente que al profundizar nos encontramos con que no son validas las paradojas.
En las grandes metrópolis donde se supone que todo avance conlleva a estado de mejoría en calidad de vida, nos encontramos con contradicciones notorias. ¿Demostrar dolor frente a una perdida es “vintage”, cursi o simplemente mostrarnos seres falibles y vulnerables nos hace personas poco confiables o eficaces? “Como te ven te tratan” dice una máxima. ¿Bellos, elegantes y siempre impecables es como debemos estar?
La pregunta sobre la felicidad es esencial en el surgimiento de la ética en Grecia. Los filósofos encontraron respuestas muy diferentes, lo cual demuestra que, como decía Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. En la filosofía griega clásica hay tres posturas:
Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo), postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platón puede ser encuadrado en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de la muerte.
Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie (cinismo y estoicismo).
Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.
Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental. Aristóteles considera que ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra. Epicuro, por el contrario, se pregunta qué es lo que mueve a los humanos a obrar, porque la felicidad consistirá en conseguirlo, y esa cosa es el placer.
Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla. De ahí se aprecia la divergencia de opiniones respecto a cómo entender la felicidad; placer para algunos; honores para otros; contemplación (conocimiento intelectual) para otros, de acuerdo a otros puntos de vista. Aristóteles rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, pues es un medio o para conseguir placeres o para conseguir honores, pero reconoce que existen personas que convierten a las riquezas en su centro de atención.
No obstante, para Aristóteles, estos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad, puesto que es ésta la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos íntegramente felices. Puesto que no por poseer riquezas garantizamos nuestra felicidad. Tampoco solamente la consecución del placer nos hace felices. Normalmente necesitamos algo más para serlo y eso nos distingue de los animales. Sin embargo, aunque estos bienes particulares no basten, ayudan, y en esto Aristóteles mantiene una postura moral bastante desmitificada y realista, el bien no puede ser algo ilusorio e inalcanzable. Sin ciertos bienes la felicidad será casi imposible de alcanzar. Para Aristóteles la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.
Existen también otras muchas escuelas filosóficas que han trabajado el tema de felicidad individual en otros términos, a saber, el epicureismo entiende la felicidad como autosuficiencia en el placer moderado, los estoicos piensan la felicidad como fortaleza en la aceptación de una existencia determinada, racionalistas como Leibniz defienden la felicidad como adecuación de la voluntad humana a la realidad, utilitaristas como John Stuart Mill defienden un concepto de felicidad como satisfacción de los placeres superiores, entre otros...
Para algunos autores "New Thought", la felicidad es una actitud mental que el hombre puede asumir conscientemente, es decir es una decisión.
La idea de que la felicidad sea una decisión, la argumentan del hecho que el hombre haya buscado muchas formas de encontrar esa felicidad en muchos aspectos, y aun así, parece esquiva para la mayoría de las personas.
Al descubrir que existen seres felices e infelices en todas las diversas condiciones socio-económicas, geográficas, de edad, religión, sexo, estados mentales (hay personas con problemas mentales que a pesar de ello son realmente felices), estos concluyen que cuando el individuo decide aceptar su condición y su pasado, y asumir la vida tal como es en ese momento y construir su vida a partir de aquellos preceptos, el hombre es realmente feliz.
Tantas religiones tradicionales como pensamientos neoeristas declaran que cada persona tiene una función específica en el universo y que en el momento que la persona lo descubra y viva de acuerdo a ésta, será realmente feliz.
También existen varias corrientes filosóficas contemporáneas, entre ellas la "Nietzscheana", que afirman que el hombre no es concebido para la felicidad, sino que está destinado a sufrir.
La sociedad de consumo no indica que seremos felices mientras poseamos, generalmente bienes.
Hormonas y stress
Según la revista Vertex ,de Edit Polemos.se enfatiza sobre la importancia fundamental de los contextos histórico, social y psicológico para evaluar las acciones hormonales. Se discuten los problemas que surgen del intento de buscar marcadores biológicos específicos en los distintos trastornos psiquiátricos. Se sugiere que, más que categorizar entidades nosológicas, las disfunciones biológicas deberían relacionarse con anormalidades psicológicas. ¿Pero como no tener en cuenta los marcos históricos? Al fin y al cabo, no somos más que seres sociables o enmarcados en ciertos contextos.
¿Es la depresión una “normalidad”?
La depresión es una patología altamente prevalente en la población general y es, además, costosa para la sociedad. Pese a que actualmente se dispone de una amplia gama de tratamientos antidepresivos -farmacológicos y psicológicos-la mayoría de los sujetos con depresión se halla sin diagnóstico y sin tratamiento. La generalidad de los pacientes con depresión responderá favorablemente al tratamiento apropiado, pero el manejo clínico de la depresión implica mucho más que sólo el uso de drogas antidepresivas. El fracaso del tratamiento o la depresión refractaria pueden ser superados cuando las estrategias terapéuticas adoptan un enfoque lógico, amplio y a largo plazo. Comprender el interjuego de los factores clínicos y neuroquímicos asociados con la patogénesis de la depresión puede ayudar a los médicos a encontrar alternativas terapéuticas efectivas para la mayoría de los pacientes deprimidos a su cuidado.
 Desamor, incertidumbre, falta de futuro = ansiedad.
“No es falta de cariño, te quiero con el alma pero por el bien de los dos te digo adiós”.Esta falta de certezas, la des-inclusión de los vínculos. La soledad genera ansiedad. La ansiedad, ya sea como síntoma, ya sea como rasgo sobresaliente de un trastorno del eje, se asocia con frecuencia con los episodios depresivos. Su tratamiento depende en gran medida del contexto sindromático en el que se presente. Así, mientras que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina parecen ser la indicación de primera línea en la depresión en comorbilidad con trastornos de ansiedad y en la depresión ansiosa, en la depresión agitada puede ser conveniente la administración de estabilizantes del estado de ánimo o antipsicóticos sedativos. Las benzodiazepinas pueden resultar útiles al inicio del tratamiento de estas formas especiales de depresión, pero se debe intentar suspender su administración una vez estabilizado el cuadro afectivo o el trastorno de ansiedad.
Latinos y europeos
Los alemanes se preguntan ¿Es real la felicidad que me otorga una pastilla? Las personas que recurren al alcohol o a otro tipo de drogas para sentirse mejor en los malos momentos acaban siendo absorbidas por la adicción. Pierden la capacidad de ser felices cuando les falta la droga. No es la superación personal de los conflictos la que les hace ver el lado bonito de la vida, sino una sustancia artificial administrada desde fuera. No son ellos los que son felices, es la píldora. La conclusión obvia, los problemas existen hay que ver como los enfrentamos. Dicen los psiquiatras que nada se soluciona desde el miedo. La pastilla de la felicidad no existe, El ser humano es naturalmente optimista, debe encontrar la manera de solucionar los problemas por si mismo.
El "Prozac", se ha duplicado en Alemania. En Estados Unidos, el 20% de la población consume Prozac habitualmente. Los antidepresivos influyen en la personalidad y aumentan la competencia social. El tímido se desinhibe, el reservado se vuelve comunicativo, el ignorado se convierte el rey de la fiesta. Según estudios estadounidenses, los pacientes que toman Prozac como "píldora de sociabilidad", sin ser depresivos, dicen sentirse más ellos mismos bajo la influencia del medicamento. Pero cuando el efecto termina, vuelven a ser ellos mismos.



sábado, 10 de marzo de 2012


Conmemorando el 8 de marzo...NO ME ARREPIENTO DE NADA!!! Para mis luchadoras y queridas amigas!








de Itati Schvartzman, el jueves, 8 de marzo de 2012 a la(s) 1:29 ·
No me arrepiento de nada (Gioconda Belli)
No me arrepiento de nada
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.

Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.